24 diciembre 2009

¿Qué festejamos?

Publicado por Grupo Asobe



Dicen que estos días son de reflexión; y en consecuencia, se debe reflexionar...

¿Qué festejamos? ¿el Nacimiento de Jesús? ¿la forma en que estratégicamente se utilizan otras creencias para lograr que se crea lo que uno quiere? ¿un mecanismo que incentiva la desigualdad, el orgullo y la soberbia? O ¿un medio para que el rico siga siendo rico, recupere lo que ha dado y el pobre devuelva todo lo que ha ganado durante un año?

Dividamos lo que festejamos en dos partes, aunque son integrantes de un todo. Festejamos una cuestión religiosa y una cuestión socioeconómica.

No hay ningún dato de que Jesús (de Nazaret, o de Galilea, o de Belén, ya no se ni de dónde) haya nacido un 25 de diciembre. Pero entonces, si no hay datos de que Jesús haya nacido el 25 de diciembre, ¿qué paso?

En diciembre festejamos a Saturno y a Mitra, y sólo le cambiamos el nombre, lo que es fácil, ya que no recordamos la historia.
La Saturnalia fue una fiesta romana; era un carnaval, un circo para el pueblo, pues principalmente los esclavos (léase obreros y trabajadores) recibían regalos extras y tiempo libre, para evitar rebeliones y disgustos, en incluso tomaban el papel de sus dueños en algunas ocasiones (¿les suena a aguinaldo y vacaciones de invierno?).
Las festividades eran del 17 al 23 de diciembre, en honor a Saturno, el dios de la agricultura, por lo que los ritos y las calles se adornaban con velas y antorchas (¡los lindos foquitos navideños!) pues era el período más oscuro del año, y se esperaba el nacimiento del nuevo período de luz o nuevo año, el nacimiento del nuevo sol (Ave Sol Invictus decían ellos).
Y dirán, ¿qué es eso del nacimiento del nuevo sol?, pues es algo que se llama solsticio de invierno, es decir, el momento en que la posición del Sol en el cielo está a su mayor distancia angular del otro extremo del ecuador. Este evento se da entre el 21 y el 23 de diciembre en el hemisferio norte (en el sur es en junio y es el de verano). Los días son cortos y las noches largas, por eso llegaba el nuevo sol a equilibrar la duración de los días. ¡A caray¡ ¿Festejamos al sol con aguinaldo y vacaciones?

Agregado a esto, uno de los principales mecanismos de los romanos, que les sirvieron para lograr la conquista de tantos pueblos, era que les dejaban mantener sus creencias y sus ritos, para evitar conflictos, a cambio de que quedaran sometidos al César y pagaran los impuestos. Digo esto porque a la Saturnalia se le une otra festividad, la del dios persa Mitra; un dios solar que nació el 25 de diciembre en una cueva que fue visitada por pastores (¿les suena a dios de agricultura romano?), que tuvo discípulos que cenaron pan y vino en una cena de comunión en masa, que fue asesinado por el dios de la oscuridad, y al tercer día se levanto de entre los muertos (¿coincidencia con que las fiestas Saturnales eran del 21 al 23 de diciembre, y que a Jesusito me lo resucitaran al tercer día?). En esta festividad del nacimiento de Mitra, se quemaban troncos adornados con ramas y cintas en honor al dios, para que el Sol brillara con mayor intensidad (¡qué lindos arbolitos de navidad¡).

Viendo esto, podemos percatarnos que no son las religiones actuales las que se inventaron el mecanismo de retomar las ideas otros pueblos para lograr el convencimiento y el sometimiento. Los Romanos ya lo hacían, por lo que las estrategias sólo fueron retomadas (por eso en España podemos ver templos Católicos construidos en Mezquitas, que mantienen el decorado árabe y agregan motivos hebreos judaicos).

Dicen que la festividad de Navidad como nacimiento de Jesús, fue oficialmente reconocida en el año 345 por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio. ¿Para qué?, pues para absorber las fiestas paganas y hacerlas religiosas, disminuir los excesos y todo lo que a ellos no les pareciera, hasta llegar a un momento en que se olvidaran del origen real de la fiesta, pues como decíamos, olvidar implica repetir, y quien no conoce su historia no sabe cómo llegó a lo que actualmente vive.

¿Será acaso que por eso Beethoven en el texto del movimiento coral de su 9ª Sinfonía nos invita a que nos alegremos por el hermoso destello de los dioses, y en el seno de la naturaleza todos los hombres llegarán a ser hermanos, volando como soles en la bóveda estrellada?

Entonces, ¿celebramos al Sol, a Saturno, a Mitra o a Jesús?; o ¿acaso más bien celebramos que nos dan libertades por un rato, se olvida la esclavitud de todo el año, nos dan un poco más de dinero para creer que el mundo es bueno y que podemos llegar a ser de clase alta, y con tanto gastadero, plasticidad y frivolidad, lo devolvemos a los mismos patrones, al propio capitalismo?

¿Vanidad o Navidad? ¿Paganismo o Capitalismo?, como diría el Panzón Rojo del refresco de aguas negras: “Regala lo mejor de ti”, y de preferencia que se algo material, sin sentido, y muy, muy caro, pues se vale por lo que se tiene, no por lo que se es.

Si ese fuera el tipo de reflexión que estas fiestas nos dieran, la reflexión de por qué el pobre es pobre, el oprimido pisoteado y el rico intocado; la reflexión de que sólo importa y se hacen aspavientos cuando se “afecta” al rico, pero cuando el pobre es vulnerado, ni quien se fije; la reflexión de que otro mundo es posible; si esa fuera la reflexión, en verdad otro mundo sería posible…

Aprovechando la ocasión, les deseo una feliz Saturnalia y un excelente año con un nuevo Sol brillante, un Sol Invictis, y recordemos además que se celebra el 25 de Diciembre.

La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por ésta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de ésta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Grecia y Roma), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo.

  • Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del "Natalis Solis Invicti" o "Nacimiento del Sol invicto", asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
  • Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.
  • Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. "Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas."
  • Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.

  • Entre otros...
¿Cómo es posible que un Dios Todopoderoso, nacido Jesucristo y manifestado Espíritu Santo, sea tan tonto que no fue capaz de presentarse en todas las culturas como único Dios? ¿O será que ese Dios Judeo-Cristiano es una manifestación más, de entre tantas, de un pueblo?


¡Felices fiestas!