09 enero 2010

El Reloj de Paley

Publicado por Grupo Asobe


 
 
http://www.anisn.it/matita_ipertesti/evoluzione2009/images/paley.jpgWilliam Paley (1743-1805) fue un teólogo británico, recordado por su famosa analogía del relojero, plasmada en su obra Teología natural (1803), y que representa, aun hoy, uno de los argumentos más habituales a favor de la existencia de Dios: "El argumento del diseño".

Según Paley, si encontramos un reloj abandonado, la compleja configuración de las partes nos llevaría un concluir que todas las piezas han sido diseñadas para un mismo propósito y dispuestas para un uso concreto, y que alguna inteligencia superior debió hacerlo.

Paley había Observado que los animales y los vegetales también manifiestan síntomas del supuesto "diseño", pues en el fondo son como piezas de una compleja máquina que interactúan para contribuir a la supervivencia del organismo. Por ejemplo, el pico de un pájaro carpintero es más duro que la corteza del árbol, de modo que puede utilizarlo para abrir agujeros en sus troncos. La dureza del pico, la rigidez de la cola o la longitud de su lengua representan, según Paley, piezas diseñadas con el propósito de ayudar al pájaro carpintero a obtener su comida favorita. Paley conjeturó que el responsable de ese diseño era Dios, del mismo modo que el responsable de un reloj era un relojero.

Para apuntalar su razonamiento Paley insistía en que el diseño y la complejidad de los seres vivos no podian haber ocurrido por casualidad. No era descabellado, para una época pre-darwiniana, que personas educadas desde la infancia en el monoteísmo judeocristiano, recurriesen a Dios para explicar los diseños complejos de los organismos vivos. El Génesis, además, explicaba que Dios lo hizo todo en un solo paso.

Lo que Paley ignoraba es que los complejos diseños eran la consecuencia, no de un solo paso, sino de muchos pequeños pasos, de modo que el diseño se iba acumulando. Por ejemplo, probablemente el ancestro del pájaro carpintero tuviera un pico más corto. Pero su descendiente pudo haber tenido un pico un poco más largo, pues hay que recordar que el proceso de "copias" no es perfecto. Con ese pico superior el pájaro obtuvo una pequeña ventaja con respecto a sus congéneres, por lo que incrementó sus posibilidades de supervivencia y, por ende, tuvo más descendientes que el pájaro típico. Además, estos descendientes ostentaban las mismas características ventajosas que su ascendiente, por lo que tuvieron mayores posibilidades de reproducirse. Luego, tras muchas generaciones, todos los pájaros contaban con picos más largos. A esto Darwin (1809-1882) lo llamó selección natural, y la selección natural es capaz de diseñar cualquier cosa, por muy compleja que parezca. Dicho de otro modo, gracias a Darwin, existe un modo de explicar los diseños complejos sin recurrir a la hipótesis de Dios, es decir, de lo sobrenatural.