27 abril 2010

Los Extremos...

Publicado por Grupo Asobe

Éste es mi particular punto de vista sobre los extremos y todo lo que tiene que ver con ellos, ideologías y demás parafernalía. Espero que les guste.







Malditos sean todos, desde los de política hasta los del fútbol pasando por los de las comidas y los juegos de mesa. Son lo peor (respetando siempre a mis amigos prejuicios), yo, uno más de esta maldita sociedad que intenta hundirnos a todos, creo que los putos extremos son el cancer de esta sociedad. Con extremo me refiero a eso que se suele decir de “yo mato por…” ese es el extremista, ese es el que acaba pudriendo a todo el que tiene alrededor si no ese está un poco listo.





El extremista es una persona deplorable, me voy a meter en política (me encanta mojarme en política) existe el extremista de derecha, no puedo hacer más que odiarlo, no puedo evitar que me salga una cara de asco cuando veo a una criatura con una bandera de España con un aguila en el centro y levantando el brazo como lo hizo un día un grandisimo cabrón. Luego, por otra parte, está el revolucionario, el que LUCHA por unos ideales, el libertador… El que está en contra del malvado Capitalismo…. Jajajaja. Lo siento… De verdad no me gusta reírme de ningún ideal pero en particular con éste no puedo evitarlo, es algo genial que digan somos antisfascistas, somos antirracistas, somos… Sois con todo el respeto que pueda tener en estas líneas y en todas las que escribo, idiotas, por creerse todas esas mentiras. Y tengo el placer de conocer a gente que quiere cambiar las cosas, que se lo toman en serio y deciden sacar tiempo y dinero de donde sea por tal de conseguir un cambio en esta mierda de sociedad en la que vivimos.



Me alegro por quien lo intenta, ya es algo que hacer, algo por lo que luchar de verdad. Siento tener que volver al tema de los tontos extremistas, esos que quedan para destrozar locales de otros grupos políticos o de otros ultras… Siento como hay quien va a un estadio a dar clases de politica, más bien de NO política. Siento ver como un chaval de 15 años te intenta dar una lección de porque Franco, Mussolini y Hitler fueron grandes tipos y porque si viera a Zapatero lo mataría en el acto, pena, esa es la palabra, pena de no tener la vergüenza de coger un libro y si un panfleto fascistas que sólo dice tonterías. La misma pena me da el grupo antifascista que se dedica a colocarle estrellas rojas en todas las banderas que ve, incluso a sus camisetas de Dios sabe qué… Esos que se dedican a cambiar el rojo de nuestra bandera (nuestra no se os olvide eso) por un morado que paso de moda hace ya bastante tiempo. Los mismos que se empeñan en conseguir una guerra por unos ideales absurdos que ahora mismo no vienen a cuento. Esos que si les haces las 4 preguntas que esperan te las contestan de maravilla, pero si les haces una que no se saben de memoria se ponen nerviosos y acaban insultandonte. Pena, impotencia, dolor, odio… Siempre presente incluso en los más pacíficos… Incluso en los que dicen buscar exactamente lo contrario…

Fdo: Moisés Gallego



1 comentarios:

Deva dijo...

Llevaba tiempo si pasarme, y me encantó tu "ensayo", aunque, como crítico recalcitrante que soy te diré un par de cosillas de mi propia opinión, siempre desde el respeto:
Los extremistas tienen una función social determinante, que, si bien no comparto y desdeño, admito que son potentes generadores de ideologías que luego calan mejor que las posturas suaves en la sociedad.
Yo, personalmente, no comparto casi ningún valor de la sociedad, y no lo digo en plan "puto capitalismo opresor" sino cómo un auténtico irresponsable moral y personal que soy. Odio a los niños manipulados, no de forma directa, sino a sus padres.
Y sí, los fanatismos y extremos son una cagada, aunque, visto en perspectiva amoral (sin jucio previo ni posterior al análisis) veras que mucho peor es el centro.
De hecho el centro es un concepto vacío, y pocas cosas hay peores que estos conceptos.
Clase media, centro político, políticamente correcto,... esto es casi peor que el extremo.
Espero no haber sido demasiado recalcitrante.
Con afecto:
Pablo

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