29 junio 2010

Explicación científica del amor

Publicado por Grupo Asobe



Con la nueva técnica de escaneo PET (Tomografía de Emisión de Positrones) se puede medir en detalle el funcionamiento de las distintas áreas del cerebro mientras el paciente está cómodo, consciente y alerta. Es una técnica muy novedosa pues permite estudiar los procesos químicos que se dan en el cerebro. Muestra el cerebro trabajando y sus resultados permiten conocer, en este caso, la química del amor.
"Numerosos estudios nos han demostrado que el amor tiene varias fases progresivas, cada una más compleja que la anterior, que cambian según se alojan diferentes sustancias en el cerebro", sostuvo el doctor Juan Fernando Uribe.

1. La primera fase del amor la explica la testosterona, una hormona que lleva a la atracción pero que no mantiene el vínculo entre las parejas. La testosterona es una cuestión todavía muy animal e instintiva que dura los primeros días o meses de una relación.

2. La segunda etapa se denomina Amor romántico, y aunque la sustancia dopamina tiene mucho que ver con ésta, también la cultura que determina los detalles, por ejemplo, si se usa o no regalar flores. "En esta fase los
sentidos están adormecidos por la dopamina, en una especie de borrachera que produce euforia y no permite ver los defectos de la pareja".
Esta etapa que se da en el cerebro medio, ocurrió en la evolución de los seres para garantizar que las crías estuvieran acompañadas por sus madres, mientras los machos traían la comida. "Si no hay conexión del padre con la madre de las crías, no se garantizaría el crecimiento de los pequeños", dice Uribe. Esta segunda fase suele durar entre 12 y 18 meses.


3. Tercera fase: Del amor al apego. Dos sustancias llegan al cerebro para permitir que los sentimientos establecidos en la etapa del Amor romántico se mantengan.

Se trata de la oxitocina en las mujeres y la vasoprecina en los hombres, sustancias que se mueven en el neocortex del cerebro y hacen que el amor se vuelva más racional. Así, se vive el amor desde sistemas más complejos de pensamientos en los que la relación no depende del no, sino de otras cualidades. La oxitocina que mantiene a las mujeres enamoradas es la misma que segregan las madres cuando acaban de tener a sus hijos, lo cual explica la intensidad de esta hormona que puede hacer durar eternamente una relación. "la oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes tras la primera oleada de emoción. Ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un parto como en un orgasmo".


En esta fase dos cosas mantienen vivo el amor: el instinto y la cultura.
"Las causas externas afectan el amor. Si un miembro de la pareja es infiel, hace que en el otro se bajen los niveles de oxitocina si es mujer o vasopresina si es hombre", con lo que se comprueba que el amor no es sólo cuestión de sustancias en el cerebro, sino de las situaciones externas que las mueven.


4. Cuarta Fase: Amor verdadero. Pocos son los afortunados que llegan a sentir la cuarta etapa o Amor verdadero por su pareja. Su existencia está descrita desde los tiempos de los griegos, que la llamaron Ágape.
Este amor verdadero al que alude Uribe tiene directa relación con la tradición, la rutina y la costumbre, el compromiso, los hijos y la mutua atracción existente al sexo opuesto. Estos factores, si son bien cuidados, cultivan un amor verdadero que trasciende generaciones.

"Este tipo de amor trasciende más allá de la existencia física y pocos realmente logran experimentarlo. De hecho se confunde mucho con el amor romántico, gracias a la potencia de la dopamina también conocida como la gasolina del amor".



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