22 junio 2010

Mujer de Bacon

Publicado por Grupo Asobe



Desperté después de no sé cuanto tiempo. El sueño me había sido arrancado de los ojos con el lento goteo sobre el cristal de la ventana. Al levantarme supe que no había sido un sueño y sentí ganas de vomitar, pues en tan sólo un momento había cambiado todo al rededor de mi, todo parecía distorcionado, sucio, algo parecido a un cuadro de Bacon, pero no grité.
Me quedé sobre la cama, fumando un cigarro, pensando en qué es lo que haría. Nada, pensé.
Puedo vivir un par de días más así hasta que todo termine, comprobar si la vida es sueño de verdad, y si al ser arrancada la vida de los ojos hay algo más allá. Sí, eso es.
Me acurruqué sobre la cama llena de cenizas y me quedé de frente a un espejo, acto seguido aprieto los párpados para no verme, tengo miedo de ser igual que ellos. Y lo soy.
Ahora no hay silencios que den paz a mi alma, escucho tus pasos como si fueras a entrar en mi habitación y rescatarme, pero no entras.
La sed es casi insoportable, pero sé que estoy llegando al final. Abro los ojos.

1 comentarios:

Deva dijo...

Muy bueno, se me ha hecho cortísimo.

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