20 agosto 2010

Amistad

Publicado por Grupo Asobe


Desde que el hombre existe, estuvo destinado a vivir en sociedad. Es una conducta innata de la persona humana relacionarse y formar comunidades o sociedades que busquen intereses comunes. Así ha sido a lo largo de la historia de nuestro mundo. Aristóteles lo dijo, al referirse a la persona humana como un ser sociable por naturaleza, y diciendo también que el que vive solo, solamente puede ser o un ermitaño o un dios; y dentro de esta necesidad innata a la convivencia, surge una de las manifestaciones de cariño más grandes que ha visto el mundo…LA AMISTAD.


La amistad es algo más allá de tener amigos, o decir tenerlos, la amistad es un compromiso de confianza, amor, lealtad y aceptación.

Si yo me pongo a pensar en este momento, la gente por lo general tiene muchos conocidos pero amigos…muy pocos.

¿A quién consideramos un amigo? Esta pregunta tiene muchas respuestas ya que no todos piensan de la misma forma. Pero para mí un amigo es aquel que siempre está en las malas, aquel que se puede confiar, aquel que está a cualquier hora y en cualquier circunstancia. Muy bien lo reflejó el escritor británico Oliver Goldsmith al decir “La amistad es un comercio desinteresado entre semejantes”, esta frase refleja perfectamente uno de los pilares fundamentales de la amistad, el desinterés, porque no hay peor vínculo que el que está sujeto a un interés económico, político, etc.

“Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo”. Richard Bach con trató de demostrar con esta frase, que la amistad cuando es realmente fuerte y verdadera le gana a todo, incluso a la distancia y a la ausencia. Cuando los amigos están lejos, aún pueden mantener la amistad, más cuando es una amistad pura y real. ¿Pero qué pasa cuando un amigo por razones de fuerza mayor no puede estar con nosotros? Esta interrogante tiene solamente una respuesta. La amistad con una ausencia fuerte no perece, cuando el amigo fue real, y digo fue porque físicamente ya no está con uno, el recuerdo, la felicidad plena que uno vivió con esa persona especial, hace de esta persona un amigo eterno, que aunque no esté nunca más con nosotros, siempre va a seguir siendo nuestro amigo.

Y así uno va generando vínculos con personas que pueden durar toda la vida, sobre todo en una de las etapas más importantes de nuestras vidas, que es el de la universidad. En este nuevo ambiente uno se relaciona con las personas que realmente se siente cómodo, y así fabricar estos vínculos que en épocas posteriores van a demostrar su esplendor. Porque la amistad llega a formar las llamadas familias postizas, formar ese parentesco sin sangre, lo que es una verdadera amistad.

Concluyo con lo siguiente, un amigo de verdad es una luz que jamás se apagara, porque una amistad duplica las alegrías y divide en dos las angustias.
Enviado por Francisco Ventura.