17 septiembre 2010

Tranquila Falsificación.


Tomas mis manos… ves sangre ¿qué puedo decir?, me equivoque otra vez. No soy...no soy esa persona, que una vez dije ser. Soy más…pienso demás, analizo en extremos y quizás vaya a llorar. Prometo ser dulce cuando te diga que a veces la verdad es un factor que mata mentes, que demasiado prefieren llorar la realidad antes que estar con mentira; yo, como valgo nada y respiro al revés, te pido por favor que dilates lo que no quiero escuchar, no quiero que me digas que me vas a dejar.

Desde el inicio de mi niñez mi oscuridad, mi debilidad y mi vida se mezclan; pero a partir de aquella noche, que, todas, bailaron “el vals” y con eso todo cambio a un plano radical. Aún lo recuerdo, fue una fiesta, elegante y selecta. Todos reían, gozaban, la Confianza, dominaba… ¡uf! Señorita Confianza, hace cuanto no te siento. Yo estaba acompañada de ella…
…tomé el cabello de Esperanza, que olía a violetas, le digo que es hermosa, no escucho palabras, sólo me besa, suspira, observa al cielo, pidiendo ayuda, supongo que es a ese Dios que a veces se ausenta porque tiene aires de divo y le gusta fotografiarse para Cosmopolitan, respira, me dice con voz apagada que haría un largo viaje, que NO debía temer a Soledad, y que estaría bien, porque pronto Fuerza aparecería. Yo, era sólo una niña ¿cómo podía entenderlo?...ya había perdido bastante, no pude tener otra reacción, me arroje al suelo, tome sus pies roge que se quedará, no quería que me abandonará:-
“¡no me dejes sola, tengo miedo de respirar!”.
“Fuerza, vendrá, ella te cuidará, yo, pronto dejare de existir para ti.”
“Esperanza, no me dejes, por favor, no desertes…no te acabes”
Pero se fue como todo en mi vida, acompaño Amor, Voluntad e Inocencia en ese barco. Aquel barco que me odia y me quita todo lo que quiero, Esperanza se fue…se fue con todo y poco que me quedaba. Estaba desconsolada, mi único brillo partía, llore, desgarbadamente, con aplomo, con ira, con capricho, con no mesura, con rabia, con negación e impotencia, todas, mis queridas amigas, me acompañaron, hicimos un estruendo, quizá teniendo la fe de que ella regresaría, pero no…
…Soledad, me levanto, abrazo y acurruco, todo lo que nos rodeaba era inmóvil, estaba entrelazada, se mimetizaba con finos hilos de oro que rompían mi piel, me volvía prisionera, mi mente eran las rejas y los hilos, las cadenas. Soledad NO disminuiría JAMÁS.
Y ¿ves? esa es la explicación de mi sangre. Me cubren ganchos de soledad, que hieren cuando quiero escapar, son del tipo, de amarras, que contienen a un loco…un loco que de verdad te pide que por favor, montes a Verdad en ese barco que desahucia mis componentes configurativos, y haz que parta como los hicieron las demás, no necesito oír que “el desertar” se haga un realidad.
Ve, toma a Verdad, súbete con ella, y déjame pensar que se unen a Esperanza, que se vuelven una pieza fotográfica envidiable.
Mientras que Soledad, Mentira y yo… estamos proyectándonos apropiadamente, y es que somos un molde perfeccionado: cada vez sangro menos porque soy más libre entre los hilos, soy más verdadera con Mentira y me siento acompañada de Soledad, y es que ella, me hace olvidar a Esper…da igual. Creo que soy feliz, aún cuando sangro, aún cuando sé que te pierdo; porque esta resignación, es MI hijo, que emano de mi relación con Soledad y de mis amoríos con Mentira, estoy engañada, pero estoy y soy una tranquila falsificación