07 marzo 2011

Y Occidente descubrió la pólvora

Publicado por Miguel A. Pazos Fernández

Si Oriente quiere tener libertad, mejor que no se fíe de Occidente. Deben de hacerlo por su bien. Ahora asistimos a un lamentable espectáculo donde los países occidentales condenan a Gadafi cuando hace dos días le tendían la mano. Doble moral, le llaman.

Mubarak cae. Túnez se rebela. En Libia no son menos, pero Gadafi lo pone duro. Y es precisamente éste último el que ha desatado mis iras. Hace mucho tiempo lo puse a parir en mi Blog como Dios (o Alá, no sé) manda. Y precisamente una de las cosas que criticaba era la connivencia que tenían con él los gobiernos occidentales. Ahora, que hay revolución en Libia y Gadafi actúa con una dura represión, esos mismos gobiernos le congelan sus bienes y le impiden comerciar.


Recuerdo ese pasaje de la Biblia del siervo que, después de ampararse en la compresión de su señor para que le perdona una deuda, condena a otro moroso por las mismas razones por las que le habían perdonado; se había inventado la doble moral. Y este es el espéctaculo que, sin sorpresas, está ofreciendo Occidente en relación con Oriente Medio.

Nosotros no hemos sido menos. En las últimas fechas Zapatero ha sido bastante criticado por la prensa derechista por una foto suya en la que estaba reunido con Gadafi. Pero Aznar también tiene su historial, y una foto donde sale riéndole las gracias al tirano. ¿Quién es peor? No es una cuestión de “y tú más”; es que las dos cosas son lo mismo.

¿Cuándo se ha dado cuenta y ha despertado Occidente, viendo que Oriente Medio está lleno de dictadores? Me he perdido mitad de la historia. Pero lo peor es nuestro gobierno: ahora la ministra de exteriores Trinidad Jiménez reclama la intervención internacional en Libia con la excusa de derrocar a un tirano e instaurar la libertad. ¿A qué suena de algo? Sí, es esa misma excusa que se utilizaba para invadir Irak hace unos años. Y la ministra y compañía, curiosamente fueron los abanderados por excelencia del “No a la Guerra”.

Y en esas estamos. Solamente espero que Oriente no se fíe de Occidente. Que se tiendan la mano, pero nada más. Y mucho menos una intervención a gran escala, lo cual sería catastrófico para ellos y para nosotros, ademas de dañar seriamente la reputación de todos y la libertad. Pero por favor, que Oriente Medio tampoco se convierta en un Occidente dueño del destino del mundo. Eso puede ser muy peligroso, más de lo que está siendo en la actualidad.

PD. Curiosamente después de escribir ésto he escuchado este editorial de César Vidal.