Ojos firmes, que al mirar
consiguen bajar los míos,
sabías…¿qué tus ojos eran mi guía
y tu alma mi destino?
Recuerdo la última vez
que los pude observar,
mientras tus labios susurraban
que me ibas a dejar.
Nunca podré olvidar
aquellos firmes ojos,
tan vacíos y oscuros,
que ni se inmutaron
al ver los míos llorar.
Y a donde quiera que mire,
vuelvo a ver tus pupilas llamear,
aun cerrando los míos
para no verlos más;
siguen ahí, en la oscuridad.
27 octubre 2011
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