24 mayo 2011

El diario New York Times publica una columna en contra de HidroAysén

NUEVA YORK.- El prestigioso diario estadounidense The New York Times, también se unió a las voces que rechazan la instalación del recientemente aprobado megaproyecto HidroAysén, que contempla cinco represas en los ríos Pascua y Baker, en la XI región.
"Una comisión de análisis ambiental en la región de Aysén, en el sur de Chile, ha tomado una decisión potencialmente desastrosa, la votación para aprobar la construcción de cinco represas hidroeléctricas", dice uno de los párrafos del editorial titulado "Keep Chilean Patagonia Wild".
La nota es lapidaria y crítica el proyecto, afirmando que "el daño que estas represas van hacer para el medio ambiente es enorme, y su construcción -en un paraíso natural virgen en gran medida- se abriría el camino para un mayor desarrollo, incluyendo más presas", advierte.
"Las represas inundarían parcialmente un parque nacional, así como partes de un paisaje que Chile había estado esperando a tener nombrado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad", agrega el texto.
La nota hace referencia también a que se pueden ocupar otro tipo de energías sin dañar el medioambiente. "Los estudios más importantes han dejado en claro que en Chile hay extraordinarias fuentes de energía renovables, incluyendo la energía solar, geotérmica y eólica, que se podrían desarrollar con mucho menos impacto sobre el medio ambiente."
La columna concluye pidiendo una mirada mucho más integral a este proyecto, "quizás entonces el gobierno de Chile, que apoya el proyecto, llegue a entender lo que muchos chilenos ya saben: que sacrificar la Patagonia por

23 mayo 2011

El sueño de los héroes - Bioy Casares

Publicado por Yareli

El sueño de los héroes es la historia de la interrupción del destino del protagonista, Emilio Gauna, la tercera noche de carnaval; evento que determinará para siempre la forma en la que nuestro protagonista vea la vida. El lugar: la Argentina de los años 30. En la historia aparecen personajes entrañables: un brujo, una adorable mujer escondida tras una máscara que es eje y destino, una amistad engañosa. Traición, amor, carnaval son sólo algunos de los temas que trata el bonaerense Bioy Casares en esta fascinante historia que nos deja abierta la interrogante ¿con qué sueñan los héroes y quiénes son?

09 mayo 2011

El fin de la espera

A veces uno espera, pasa horas esperando sin saber a qué o a quién se espera. La mente divaga barajando las opciones pero nada, no se sabe. Cuando eso sucede, el tiempo no acompaña, no es capaz de sentarse a tu lado y decirte “bueno vieja, te espero, te doy un segundito”. Al contrario, el tiempo se burla de los que esperan haciéndose relativo. No confundan la espera con el acto inmóvil de un ente que babea mirando la nada, no señor. La espera suele estar envuelta en monotonía. Y uno se despierta, sonríe, respira, avanza y retrocede, así, en la espera. A veces la esperanza que viene con ella, te da un empujoncito y pum, saliste a buscarlo. Todavía no se sabe qué, pero la expectativa te susurra que las posibilidades aumenten en la búsqueda, para luego, encontrarte con el vecino que convencido te dice “cuando menos te lo esperes, las cosas llegarán”. Y tu perdiendo el tiempo buscando. Cambiado el rumbo, ahora adoptas la postura “no me importa, no espero nada, tengo todo lo que necesito aquí conmigo”. Y las cosas sorpresivamente cambian. No abruptamente, pero cambian, se sienten distintas, un poco mediocres, pero agradables, dejan un saborcito amargo en el buenas noches que sientes sólo unos segundos antes de dormir. Ya no sueñas (para que queremos ilusiones). Y así acompañas al tiempo. Un rato. Un buen rato. Un poco más. Tu sigue, profesionalízate en el camuflaje. Y un día, rota tu coraza. Cuando ibas sentada en el tren, te diste cuenta. Lo descubres y algo se llena en ti, por ahí dentro. Y te mira y te roza. No hay que seguir esperando, no hay motivos para seguir disimulando, ahora te sacas el camuflaje, los escudos y tu piel se llena de aire.

A veces el tiempo se apiada de los mediocres y les regala oportunidades.

08 mayo 2011

In memoriam Ernesto Sábato

Publicado por Yareli


Ya que no bastan -pensaba- los huesos y la carne para construir un rostro, y es por eso que en infinitamente menos físico que el cuerpo: está calificado por la mirada, por el rictus de la boca, por las arrugas, por ese conjunto de sutiles atributos con que el alma se revela a través de la carne. Razón por la cual, en el instante mismo en que alguien muere, su cuerpo se transforma en algo distinto, tan distinto como para que podamos decir «no parece la misma persona», no obstante tener los mismos huesos y la misma materia que un segundo antes, un segund antes de ese misterioso momento en que el alma se retira del cuerpo y en que éste queda tan muerto como queda una casa cuando se retiran para siempre los seres que la habitan y, sobre todo, que sufrieron y se amaron en ella. Pues no son las paredes, ni el techo, ni el piso lo que individualiza la casa sino esos seres que la viven con sus conversaciones, sus risas, con sus amores y odios; seres que impregnan la casa de algo inmaterial pero profundo, de algo tan poco material como es la sonrisa en un rostro...

Sobre héroes y tumbas (fragmento)


Como la mayoría de la gente, le entré a Sábato con El túnel y, como a muchos, me desesperó el protagonista. Me preguntaba como Castel podía ser un personaje tan castrante, tan obsesivo e insano, poco después me di cuenta de que la recepción de Sábato es una de las más interesantes que hay en la literatura latinoamericana contemporánea: lo odias o lo amas, como ocurre con muchos otros textos brillantes. Imagino que se debe, en gran medida, a que nos dice cosas que no queremos saber, algo semejante a lo que ocurre con el otro argentino del que tanto hablo: Arlt, quien no recibió buena crítica de El juguete rabioso hasta pasadas muchas generaciones después y ahora, nos encontramos con las nuevas generaciones que siempre vuelven a él, como Piglia, Pauls, Aira, incluso. Leer a Sábato es una invitación al ejercicio de la confrontación personal, una puerta abierta al pasado y al continuo fluctuar del fracaso personal y colectivo. Si bien su narrativa se ubica en Argentina trasciende porque convergen tanto la sangre americana como la europea, se desgarran, destruyen, se reinventan; cualquier latinoamericano puede penetrar en su literatura y de antemano, sabrá que no le va a gustar lo que va a encontrar ahí, pero sabrá también que sólo criticamos aquello que amamos o nos trastoca. De ahí que como Paz, por mencionar un ejemplos, tenga tantos desertores, o se le quiera comparar con escritores como Onetti. pero no debemos perder de vista que utilizan recursos semejantes para hablar de cosas distintas, el amor, el erotismo, la muerte o el fracaso mismo tienen su propio orden dentro del texto que no expresará lo mismo en otro autor. Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, sus otras novelas conforman una trilogía de desesperanza, cada una más desgarradora que la anterior. Muchos le cuestionan el no haber dejado más de su obra, pero a mi parecer, escribió lo justo, lo que tenía que decir y no se contaminó como tantos otros autores que por contrato editorial sacan novela por año... y así les quedan.
Léanlo.

04 mayo 2011

Vive tu vida dicen los hombres que no saben de ella

Vive tu vida dicen los hombres que no saben de ella, como si se tratase de un fenómeno que ellos mismos hayan dispuesto, “vive tú vida disfrútala”.

Es muy simple entender la vida considerando la existencia, pero los hombres que no saben de ella entienden la vida considerando sólo las secuelas dispuestas por ellos o nosotros mismos.

Como un atleta que entiende que corre porque alrededor suyo en una carrera el resto corre, e impregna en su ánimo sensaciones diversas y erradas con la intención de seguirles hasta el termino del trote.

Pero si el atleta no conoció un inicio que tiene un fin, más sólo sabe que se encuentra inserto en una instancia en la que sino logra correr como se espera su trabajo será infértil en la secuela, nunca aprenderá ni entenderá nada sobre la vida.

Vive tu vida dicen los hombres que no saben de ella, ya son miles de millones con el mismo discurso. Entre ellos cientos de millones que nunca debieron pensar de tal modo y se sometieron al punto de volverse melancólicos entre algunos muertos.

No es mi afán hablarle de la existencia ni hacerles entender la vida, en su trote hay sabiduría mire su inicio y vea su fin.