Respuestas de preguntas ocultas...

Fue muy extraño cuando mire mi mano y estaba junto a tuya. Fue especial, pues era pequeñita y suave, además me calentaba y me ayudaba contra el frío.
Cuando me di cuenta estaba mirando el suelo, ahí también me encontré con tus botas nuevas, de un color expresivo y fuerte, alegre sobre todo y cambiando lo oscuro de la noche por una tarde de sol y uvas maduras.
Cuando me di cuenta te estaba mirando perplejo… nunca te había visto así y me sentí cautivado, atrapado por tu sonrisa y tu pelo, por ese ser misterioso e intrigante, único y especial.
Cuando me di cuenta de todo la calle estaba helada, con gente alrededor, pero no me importo, estaba sereno, aunque excitado por todo lo que ocurría y ese frío que nos rodeaba era solo un soplo de otoño.
Cuando me di cuenta te mire a los ojos, y me perdí, porque en el fondo quería lo mismo que tu, y aunque lo negaba, si lo quería. Por eso te abrace fuerte y te tome por la cintura fuerte, pues no quería perder ese momento único, irrepetible.
Cuando me di cuenta estaba perdido en tu cuello, besándolo y cayendo en la embriaguez de oler y sentir tu esencia… solo quería abrazarte y no soltarte, no sabia si te tendría de nuevo cerca… no sabia si se repetiría… no lo sabia…
Intente desistir, intente no pensar, intente… créeme que lo intente… te vi venir hacia mi, y no dude de ti, ni de tus palabras…
Cuando me di cuenta ya era tarde, no me quería separar de ti…
Cuando me di cuenta ya era tarde… debíamos entrar y aparentar nuevamente.