Es la noticia de hoy (*), y es el motivo para de alegría para los férreos adeptos de la democracia, considerada como un valor republicano y merecedor de señalar que en nuestro país que tenemos una institucionalidad seria (que lindas palabras). Evadiendo rodeos, se aprobó la iniciativa que permite la inscripción automática y el voto voluntario en nuestro país. Proyecto que pretende agilizar el proceso para incorporarse al padrón electoral, en claro argumento de que en el antiguo sistema era demasiado burocrático el trámite de inscripción, en atención a que muchas veces las horas para llevar a efecto esta diligencia eran de oficina y las personas no alcanzaban a realizarlo.
A pesar de no estar totalmente convencido con esta aprobación (sobre todo con respecto al tema del voto voluntario, no así con la inscripción automática), pero sin desmerecer algunas virtudes de este proyecto, como: la responsabilidad de los partidos políticos en cuanto a motivar a las personas a que voten y que por tanto, éstos ofrezcan propuestas novedosas y atractivas a los ciudadanos de modo de convencerlos a votar por ellos, es decir, se cumple uno de los presupuestos para el progreso cual es la competencia, comparándolo con nuestro actual sistema económico. Otra ventaja que se le atribuye que aumentaría la cantidad de votantes debido a la flexibilización o “la nulidad” del procedimiento de inscripción, pero creo que eso nadie lo podría garantizar a ciencia cierta. Ya que la cantidad de votantes va quedar súper editada a una contingencia reflejada en la necesidad de que tienen los votantes en conciencia a su derechos a decidir en las grandes decisiones país de manera soberana a través de la elección de sus autoridades, pero esto claro, en el presupuesto que tengan clara conciencia de cuales son sus derechos como ciudadano y cual es la forma como éstos deben ejercerse eficazmente. Y en este último punto, quizás lamentablemente diferimos con otras naciones que han incorporado este sistema, y es en el tópico de la educación.
Porque el remedio puede ser peor que la enfermedad, ya que con el objeto de logar un sistema más inclusivo, se puede caer en la exclusión en la medida, que las personas de sectores más modestas ignoren la relevancia que tiene su voto, en cuanto a ser parte del reflejo del cuadro de nuestro país en la toma de decisiones, ya sea económicas como políticas, e incluso valóricas. Conllevando por tanto en el vicio de que el voto sea un derecho destinado ha ejercerse por la elite de nuestra sociedad, sólo las clases con cierta educación y por tanto con mayor riqueza, votarán y las demás personas producto de su ignorancia se restarán del proceso, que de igual medida van a verse afectados porque lógicamente las autoridades serán escogidas y las decisiones que tomen se llevarán a cabo igual. Por tanto, hoy en Chile se ha optado por la libertad, valor por el cual siento que es preponderante en la sociedad que vivimos, pero siempre la libertad tiene que ir de la mano con la educación, manifestado en el suficiente juicio en la toma de decisiones, de modo que junto con tener un sistema de inscripción automática y voto voluntario el desafío es promocionar nuestros derechos cívicos como ciudadanos y ha exigir a las autoridades que realicen las gestiones necesarias a fin de informar a todos de la importancia de ejercer su derecho a voto.
*NOTA: EL TEXTO FUE ESCRITO EL DIA 22 DE ENERO DEL 2009 para el blog: http://tribunaparatodos.bl
