15 septiembre 2008

DRAMATURGA

Publicado por Grupo Asobe


PRIMER ACTO:
LA FRIALDAD DEL ORDENADOR
No hay nada que hacer.
Me siento; exhausta, cansada, dormida.
Enchufo el aparato, cuadrado, cansado, sin vida;
y me pongo a pensar.
Me conecto y me saluda con un hola
(poco radiante, sin ganas, frustrante)
Ya me lo temía.
“Es la hora”, dijo.
También un adiós de despedida
(odiado, frío, no respira...)
y comienzo a ponerme nerviosa.

LA FRUSTRACIÓN DE ESA FRIALDAD
Me levanto, me siento,
me vuelvo a levantar y presiento
que algo va muy mal.
Suspiro, exhausta, cansada dormida,
pero sin embargo, espero a que se decida.
Me muerdo las uñas,cambio una bombilla,
escucho música yhago tonterías.
Lloro y pienso,
que si esto es lo que siento,
más me vale espabilar.
Y dejarlo todo atrás.
Escucho risas, vienen del comedor.
Me acerco y las lágrimas me seco,
me uno a ellos aunque no por mucho tiempo,
porque tan grande es mi lástima,
que tengo que volver para otra vez llorar.

ESPERANZAS EN LA FRIALDAD:
Hablo con mi amigo,
( el mejor, el friki, el adivino)
“No te preocupes” dice,
“seguro que se queda contigo”
Le doy la razón, suspiro y por fin puedo reír.
Sonrío, me levanto y en el espejo me miro
“Hoy soy linda” me digo
y me vuelvo a mi destino.
“Laura” me vuelve a decir ,
“en caso de que no, actúa con normalidad”
Asiento, pero de nuevo presiento que algo va mal...

SEGUNDO ACTO:
LA FRIALDAD DEL MÓVIL
Suena el móvil, un mensaje
y antes de leer miro el nombre del aspirante;
me lo temía, es él.
Decidida, pero nerviosa,
por fin puedo leer,
es la hora, la decisión,
espero que acabe bien.

LA FRUSTRACIÓN DE SU FRIALDAD
Lo leo y normal,
(sonriente y nada mal),
me desnudo y me visto,
me meto en la cama
,me arropo hasta el cuello,
me acomodo la almohada
y cuando nadie me ve,
la fuerte se calla y rompo a llorar.

LA IMPOTENCIA POR QUE NO LO HA DICHO A LA CARA
Me calmo y sonrío.
Exhausta, cabizbaja e indiferente,
no hay otra cosa en mi mente
que aquellas dos palabras.
(las pienso, no las quiero)
él mismo me advirtió...
Aquellas palabras en mi cabeza y dolor
no paran de sonar...

TERCER ACTO:
EL DESAMOR
“Lo siento...”

Laura Martínez