09 septiembre 2009

El Boeing 747 Definitivo

Publicado por Grupo Asobe



Los sacerdotes de las diferentes sectas religiosas...temen al avance de la ciencia como lo hacen las brujas al acercamiento de la luz del día; y miran con rabia el fatal presagio que anuncia la subdivisión de los engaños en los cuales viven.

—THOMAS JEFFERSON
El argumento sobre la improbabilidad de Dios es grande. En el tradicional disfraz del argumento del diseño; es fácilmente hoy, el argumento más popular ofrecido a favor de la existencia de Dios; y está siendo visto por una asombrosa gran cantidad de teístas, como completa y definitivamente convincente. De hecho, es un argumento muy fuerte y, sospecho que irrespondible—pero en exactamente la dirección opuesta a la intención de los teístas. El argumento sobre la improbabilidad; desplegado apropiadamente, llega cerca de probar que Dios no existe. Mi nombre para la demostración estadística de que Dios; casi ciertamente no existe, es el Gambito
 El nombre proviene de la divertida imagen de Fred Hoyle del Boeing 747 y la chivera. No estoy seguro si Hoyle lo escribió alguna vez él mismo, pero fue atribuido a él por su cercana colega Chandra Wickramasinghe, y es presumiblemente auténtico.  Hoyle dijo que la probabilidad de que la vida se originó en la Tierra no es mayor que el chance de que un huracán barriendo totalmente una chivera tenga la suerte de ensamblar un Boeing 747.



http://topofertas.com/externo/aviones/boeing747deairplus.jpg
                    Boeing 747



http://www.reximet.cl/_upload/P1000509.jpg

                Chivera (Chatarra)


Otros han tomado prestada la metáfora para referirse a las últimas evoluciones de cuerpos vivos complejos, donde ésta tiene una plausibilidad espuria. Los chances en contra de ensamblar a un caballo, escarabajo o avestruz, completamente funcional, barajando al azar sus partes, están allá arriba en el territorio del 747.


Éste; en una pastilla, es el argumento favorito de los creacionistas—un argumento que podría ser hecho sólo por alguien que no entiende la más mínima cosa sobre la selección natural: alguien que piensa que la selección natural es una teoría del azar; mientras que—en el sentido relevante del azar—la selección natural es lo opuesto.

La apropiación indebida por parte de los creacionistas del argumento de la improbabilidad, siempre asume la misma forma general; y no haría ninguna diferencia si los creacionistas escogen; enmascararlo con el elegante vestido; políticamente conveniente, del diseño inteligente (DI), Algunos fenómenos observados—a menudo una criatura viviente; o uno de sus órganos más complejos, pero podría ser cualquier cosa, desde una molécula hasta el mismo universo—es correctamente alabado como estadísticamente improbable. Algunas veces; el lenguaje de la teoría de la información es usado: el darwinista es desafiado a explicar la fuente de toda la información existente en la materia viviente, en el sentido técnico del contenido de información como medida de la improbabilidad o “valor sorpresa”. O el argumento podría invocar el sobreusado  eslogan de los economistas: “there’s no such a thing as a free lunch”—(no existe tal cosa como un almuerzo gratis), y el darwinismo es acusado de tratar de obtener algo a cambio de nada. De hecho, como demostraré en este capítulo, la selección natural darwiniana es la única solución conocida a la adivinanza irrespondible de otra forma de donde proviene la información. Resulta ser que es la Hipótesis de Dios la que trata de obtener algo a cambio de nada. Dios trata también de obtener su almuerzo gratis. Por más estadísticamente improbable que sea una entidad que usted trate de explicar invocando a un diseñador, el mismo diseñador tiene que ser por lo menos tan estadísticamente improbable como la entidad. Dios es el Boeing 747 definitivo.

El argumento de la improbabilidad establece que las cosas complejas no pudieron llegar a existir por azar. Pero muchas personas definen “por azar” como sinónimo de: “en ausencia de un diseño deliberado”. Para no sorpresa; en consecuencia, ellas piensan que la improbabilidad es la evidencia del diseño. La selección natural darwiniana demuestra cuán equivocado es decir eso con respecto a la improbabilidad biológica. Y aunque el darwinismo pueda que no sea directamente relevante para el mundo inanimado—la cosmología; por ejemplo—contribuye a hacernos conscientes en áreas fuera de su territorio original de la biología.

Un profundo entendimiento del darwinismo nos enseña a nosotros a ser cuidadosos de la fácil asunción de que el diseño es la única alternativa al azar; y nos enseña a buscar rampas graduales de lentamente creciente complejidad. Antes de Darwin, filósofos como Hume, entendían que la improbabilidad de la vida no significaba que ésta tenía que haber sido diseñada, pero no podían imaginar la alternativa. Después de Darwin, todos nosotros deberíamos sentir; profundamente hasta los huesos, sospechas sobre la mismísima idea del diseño. La ilusión del diseño es una trampa en la que ya hemos caído antes, y Darwin debería habernos inmunizado a nosotros al elevar nuestra capacidad de ser conscientes. Eso sería así, si él hubiese tenido éxito con todos nosotros.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No hay azar? ¿Un organismo se mueve de un ambiente a otro porque se adapta? Vamos... tienes más fe en Darwin que un católico a su santo. Y está perfecto. Puede que ambos estén equivocados pero dejar al azar fuera de TODO lo que ves en el universo , si es que no aceptas el DI , es más naif que la más elemental de las sectas. Y sí, esto no es un argumento, es solo un comentario.

Publicar un comentario