14 septiembre 2009

La Apuesta Pascal

Publicado por Grupo Asobe

El gran matemático francés Blaise Pascal, reconoció que; a pesar de lo grande que puedan ser las posibilidades de la existencia de Dios, existe una asimetría aún mayor en el castigo por equivocarse.

Es mejor que usted crea en Dios, porque si usted tiene razón tiene posibilidades de ganarse la felicidad eterna; mientras que si usted no cree en Dios, y se equivoca, usted se gana la condena eterna; mientras que si tiene razón no existirá ninguna diferencia. Frente a eso, la decisión no es ningún rompecabezas: Crea en Dios.

Existe algo característicamente extraño sobre este argumento; sin embargo. Creer no es algo que usted pueda decidir adoptar como su política. Por lo menos no es algo que yo pueda decidir voluntariamente. Yo puedo decidir asistir a la iglesia y puedo decidir recitar el Credo Niceno; y puedo decidir jurar sobre una pila de Biblias que yo creo en cada palabra que hay en ellas. Pero nadie puede realmente hacerme creer, si yo no creo. La apuesta de Pascal solo podrá por siempre ser un argumento para fingir la creencia en Dios. Y el Dios en el cual usted afirme creer; es mejor que no sea del tipo que posea sabiduría eterna; o él verá a través de su engaño. La risible idea de que creer, es algo que usted puede decidir hacer, es el objeto de una deliciosa burla por parte de Douglas Adams en Dirk Gently’s Holistic Detective Agency, (Agencia Holistica de Detectives de Dirk Gently), donde nosotros conocemos al Monje Eléctrico robótico; un aparato diseñando para ahorrar en mano de obra, que usted compra, para que “crea por usted”. El modelo de lujo, es anunciado como: “Capaz de que creer en cosas que no creerían en Salt Lake City”[1].

Pero ¿Porqué; en cualquier caso, aceptamos tan rápidamente que la cosa que usted debe hacer si quiere complacer a Dios es creer en él? ¿No es igualmente probable que Dios recompense la bondad, la generosidad o la humildad? ¿O la sinceridad?. ¿Y qué si Dios es un científico que considera a la honestidad en la búsqueda de la verdad como la virtud suprema? De hecho, ¿No tendría que ser el diseñador del universo, un científico? A Bertrand Russell se le preguntó qué diría él si muriese y se hallase confrontando a Dios; quien demanda saber porqué Russell no había creído en él. “No había suficiente evidencia; Dios, no había suficiente evidencia”, fue la respuesta (casi digo inmortal) de Russell. ¿No respetaría más Dios a Russell por su valiente escepticismo (sin olvidar el valiente pacifismo que lo llevó a prisión durante la Primera Guerra Mundial), mucho más de lo que respetaría a Pascal por cobardemente apostar para minimizar sus pérdidas? Y, mientras nosotros no podemos saber hacia qué lado saltaría Dios, nosotros no necesitamos saberlo para refutar la apuesta de Pascal. Estamos hablando de una apuesta; recuerde, y Pascal no estaba afirmando que su apuesta disfrutaba sólo de altas probabilidades a su favor. ¿Apostaría usted que Dios valora una deshonesta creencia fingida (o hasta una honesta creencia) más que un escepticismo honesto?

De nuevo, suponga que el dios que lo confronta a usted cuando usted muera resulta ser Baal; y suponga que Baal es tan celoso como se decía que era su viejo rival Yaweh. ¿No podría Pascal haber salido mejor apostando a favor de ningún dios que a favor del dios equivocado? De hecho, ¿La enorme cantidad de dioses y diosas potenciales sobre los cuales uno podría apostar no invalida toda la lógica de Pascal? Pascal probablemente estaba bromeando cuando promovió su apuesta; en la misma forma en la cual yo estoy bromeando para refutarla. Pero yo he encontrado a personas; por ejemplo, en la sección de preguntas luego de una conferencia, que seriamente han promovido la apuesta de Pascal como un argumento a favor de creer en Dios; así que fue correcto sacarla brevemente al aire aquí.

¿Es posible; finalmente, argumentar a favor de una apuesta anti-Pascal? Suponga que nosotros garantizamos que existe un pequeño chance de que Dios exista. Aún así, puede ser dicho que usted vivirá una vida mejor y más completa si usted apuesta a su no existencia en vez de a su existencia, y en consecuencia derrocha su precioso tiempo en adorarlo, sacrificándose por él, peleando y muriendo por él, etc. No trataré el asunto aquí; pero a los lectores podría gustarle tenerlo en mente cuando lleguemos a otros capítulos sobre las malvadas consecuencias que pueden surgir de la creencia y la observancia religiosa.


[1] [ Acotación del Traductor: Salt Lake City es la capital y la ciudad más poblada del estado de Utah en los Estados Unidos de América—178 097 habitantes en 2005; según el oficial Buró del Censo—y sede del mayor templo de la Iglesia de Jesús Cristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocida como la iglesia de Mormón. Fuente: Wikipedia]